“Es muy común que exista la violación sexual dentro del matrimonio y muchas veces no lo vemos así”: funcionaria de WCASA
WCASA es una organización encargada de apoyar y acompañar todas aquellas entidades que tienen como objetivo poner fin a la violencia sexual en Wisconsin. A través de capacitaciones, asistencia técnica, prevención, difusión de historias de vida de víctimas de este flagelo, proyectos y testificación a nivel estatal para contribuir al mejoramiento de leyes y políticas que afectan a los sobrevivientes de agresión sexual, la entidad busca poner fin a este flagelo.
Alma Mann, trabaja en WCASA hace ocho años, es la única funcionaria al interior de la organización que habla español; estuvo en vivo y en exclusiva en MIWISCONSIN dando a conocer algunas claves que se deben tener en cuenta para entender en qué momento una persona – hombre, mujer o miembro de la comunidad LGBTIQ+ – puede ser víctima de este suceso y qué acciones tomar para denunciar al agresor.
Mann, define el abuso sexual como aquellas acciones, palabras, gestos y tocamientos que se ejercen sin el consentimiento o permiso de la otra persona. Además, explica que, aunque hay personas que son más vulnerables como los niños o los adultos mayores, toda persona puede ser víctima de abuso o violencia sexual y es muy difícil establecer una característica que permita identificarla.
“Pueden ser amigos, familiares, el vecino, los maestros de la escuela, los padrinos, personas religiosas, alguien que tenga una posición alta en ciertos departamentos, cualquier persona puede ser víctima del abuso sexual, no hay una pauta que diga quiés o no abusado sexualmente. Cualquier persona puede serlo”, aseguró la funcionaria.
El abuso sexual es uno de los delitos que menos se denuncian ya que la sociedad revictimiza a aquellos que lo padecieron, es recurrente escuchar expresiones como: “ella tuvo la culpa”, “ella se lo buscó”, “a lo mejor estaba borracha”. “Los sobrevivientes no son culpables, ellos nunca son los culpables, los que cometen este tipo de delitos son los culpables 100%, pero por la pauta que ha dictado nuestra sociedad, es más fácil señalar a la víctima, en lugar de enfocarse en los hechos ilegales que cometió el abusador o la abusadora”, indicó Alma.
La violencia sexual al interior de los matrimonios latinos
La realidad cultural que enfrentan las personas de distintos países del sur y del centro de América, en ocasiones provoca cierta dificultad para aceptar y entender que se está siendo víctima de un abuso o una agresión de tipo sexual. Los bajos estándares educativos, el miedo y la vergüenza terminan prevaleciendo y las denuncias nunca nacen o mueren a mitad del camino; por eso es tan importante que todos conozcan cuáles son las características de un abuso y ponerle freno y medidas cuanto antes.
Alma Mann, explicó que el caso más recurrente es al interior de los hogares, en las parejas, en el matrimonio “en una relación saludable de tipo íntimo sexual debe existir la comunicación plena y los límites. Es muy común que exista la violación dentro del matrimonio y muchas veces no lo vemos así. Por ejemplo, nos sentimos obligadas a complacer a nuestras parejas y por muchos motivos nos sentimos presionadas, manipuladas o abusadas”.
Una relación sexual debe ser un acto consensuado entre ambas partes y si una de ellas no se siente a gusto o no quiere, no debe sentirse presionado u obligado a hacerlo. En este sentido, Mann explica que WCASA apoya diferentes programas que ayudan a entender cómo desarrollar relaciones sexuales sanas “es tiempo de empezar a entablar este tipo de conversaciones sin sentirnos culpables, sin que nos de pena”, puntualizó.
Otro caso muy frecuente sucede cuando aquellas mujeres y/o hombres deciden contraer matrimonio con ciudadanos americanos y con el pasar del tiempo terminan sintiéndose manipulados por su pareja solamente por ese poder que tienen de quitarles u otorgarles la posibilidad de una residencia o ciudadanía.
Al respecto, Mann explica que, en estos casos existe una ley denominada Vawa, la cual fue creada para amparar a aquellas personas que viven o han vivido con el abusador, demuestran haber actuado de buena fe y son víctimas de agresiones o crueldad. No obstante, explica que aunque el proceso es engorroso y se debe presentar un expediente robusto con evidencias, es posible demostrar la condición y permanecer en Estados Unidos sin ser deportado o deportada.
El abuso sexual en adolescentes y niños al interior de las escuelas
Los menores inmigrantes que llegan a Estados Unidos, aterrizan con bases sobre orientación sexual un tanto precarias o inexistentes, sin embargo, Mann resaltó la importancia del Título IX, una ley federal que vela para que empleados y estudiantes sean tratados con equidad y justicia y además busca protegerlos contra la discriminación basada en su sexo.
Igualmente, dentro de esta normativa se estipulan reglas puntuales para que las víctimas de violencia doméstica, abuso sexual y acoso sepan de qué manera proceder, por ejemplo, qué denunciar, cómo denunciar, a qué autoridades consultar, la confidencialidad que existe entre víctimas y defensores, entre otras.
Además de aquellos abusos que se pueden presentar en las aulas de clases, también hay hechos como el sexting, una práctica que consiste en enviar fotografías o videos de tipo explícito sexual a través de dispositivos electrónicos o móviles y que puede ser penalizado como pornografía infantil si el material es emitido por un menor de edad.
“Si yo le mando una foto desnuda a mi novio y mi novio la comparte con todos sus amigos. Si yo soy menor de edad y mi mamá se da cuenta de lo que estoy haciendo, mi mamá puede denunciar a las autoridades y mi novio puede meterse en problemas de pornografía infantil”, asegura la mujer.
Ana Mann seguirá participando en algunas entrevistas o conversaciones con MIWISCONSIN para hablar de estas y otras características que permiten identificar en qué momento una persona es víctima de abuso sexual y qué hacer al respecto.
No obstante, si requieres ampliar el tema o resolver más inquietudes puedes visitar el sitio web de WCASA: https://www.wcasa.org/ o comunicarte a la línea 608 257 15 16 donde podrás encontrar orientación más personalizada y pertinente de acuerdo al caso que estés viviendo.