Christopher Garza “Cris”, nació en la frontera entre Texas y México y es un residente de Wisconsin por más de 30 años, de los cuales ha pasado 15 años acumulados en la cárcel y 30 años bajo supervisión (parole). En una entrevista con MIWISCONSIN habló de la vida en la cárcel y también nos dió otra perspectiva de la crisis que se vive las prisiones.
Cris decidió hablar para visualizar el otro mundo de los internos y el impacto del encarcelamiento en diferentes aspectos sobre todo en los niños que crecen sin padre, hogares afectados emocionalmente, barreras culturales y de idioma, que agravan la situación de los latinos en la justicia penal.
Durante la entrevista, Cris nos dió mucha información para sobrevivir en una cárcel y también cuáles fueron los pilares para alcanzar un cambio personal que actualmente lo mantiene fuera de las prisiones.
Compartió historias impactantes, como la de un interno con pena de 20 años, que se atrevió a hacer huelga de hambre por su inocencia, pero que las autoridades penitenciarias lo alimentan a la fuerza para que no muera. Subraya que el estrés y la tensión dentro de prisión son permanentes y difíciles de comprender desde fuera
Según el último reporte del Departamento de Correcciones de Wisconsin, la capacidad de los centros penitenciarios para adultos es de 17.670, pero la población carcelaria sobrepasa a 23.376 reclusos. La situación se vuelve aún más crítica al conocerse que el 38% reincide después de 3 años y que en el 2024, más del 60% de los reclusos con parole, les fueron revocadas (por incumplimiento de supervisión o liberta extendida), derivando en sentencias más largas y un perpetuo reingreso.
FUENTE: Redacción / DOC
