Mito o realidad: ¿Los latinos somos criminales?


La mala utilización de los conceptos estigmatiza a la comunidad latina e hispana que reside en Wisconsin y en todo Estados Unidos. Ser ilegal no es lo mismo que ser criminal. En este artículo le contamos si en realidad el sistema penal está lleno de latinoamericanos, léalo.
Incluir en un solo saco a ladrones, criminales, narcotraficantes, terroristas y aquellos que decidieron emprender un viaje a Estados Unidos desde el Centro y el Sur de América evadiendo leyes migratorias es una idea que el nuevo Gobierno ha querido magnificar. La intención de deteriorar la imagen de una comunidad que trabaja por incontadas horas, paga billones en impuestos, impulsa la economía y realiza labores que los norteamericanos no quieren hacer.
En ese sentido, la secretaria de prensa de la Casa Blanca, Karoline Leavitt, en una conferencia de prensa defendió las políticas del jefe de estado y aseguró que, “si usted es un individuo, un extranjero que entra ilegalmente a los Estados Unidos de América es por definición un criminal y, por lo tanto, está sujeto a deportación”.
No obstante, es necesario aclarar que según el Departamento de Justicia de Estados Unidos, denomina a un criminal como una persona que infringe las leyes penales del país y un inmigrante ilegal es aquella persona que ingresa a Estados Unidos sin los permisos necesarios o se queda después de que sus documentos han caducado.
Así mismo, es necesario resaltar que de acuerdo a un estudio del Urban Institute, desde hace varios años se ha evidenciado la falta de información sobre los latinos en el sistema de justicia, penal. El informe asegura que “la recopilación y presentación de datos en el sistema de justicia penal es inconsistente e incompleta. Los datos sobre raza y etnicidad deberían ser autodeclarados, no determinados por empleados estatales. La autoidentificación evitaría que las personas se vean encasilladas en identidades que no consideran propias”.
A pesar de la escasez de las cifras, MIWISCONSIN pudo identificar algunas organizaciones que revelan cifras que ponen al desnudo la realidad de víctimas y victimarios latinos, el reporte de Medical College of Wisconsin, trabaja con datos de la Policía de Milwaukee, y registra que, de los 760 casos reportados en el 2024, el 7.27% fueron hispanos los sospechosos y el 8.42% fueron víctimas.
En Milwaukee los distritos 8 y 12 son predominantemente hispanos, pero si el número de crímenes es esas áreas, es relativamente bajo comparado con otros distritos.
De igual manera, el Programa Uniforme de Reportes de Delitos del FBI (UCR) reveló en su más reciente estudio del 2022, que, más de 14 mil agencias de orden público pusieron a disposición información que registran 11,634 incidentes de delitos motivados por el odio que suponen 13,337 infracciones.
Con relación a las cifras mencionadas anteriormente, el informe también resalta que los prejuicios relacionados con raza, etnia o ascendencia son del 52%, lo que indica que los crímenes de odio reportados tuvieron como motivación algún tipo de discriminación, en la lista también está la religión (22,5%) y la orientación sexual (18,4%).
La Comisión de Sentencias de los Estados Unidos también revela en uno de sus informes que entre los ciudadanos no estadounidenses condenados por sentencia federal están los hispanos ocupando el primer lugar con un 93,2 %, después los negros y los blancos.
No obstante, cabe señalar que ese mismo estudio explica que la primera causa de las sentencias fue la inmigración (72,3%); tráfico de drogas (16,7%); fraude (3,3%); lavado de dinero (1,9%); y armas de fuego (1,6%). Lo que indicaría que ese gran porcentaje que encasilla a los hispanos podría estar relacionado con temas migratorios, no criminales.
Otro estudio publicado en el 2020, esta vez de PNAS para la comunidad latina más cercana a la frontera, Texas, confirma nuevamente que los inmigrantes indocumentados tienen los más bajos índices de crímenes en esta región.
En conclusión, los latinos no son criminales. Hay unas cifras escuetas que buscan incluir a una misma población en una serie de delitos y comportamientos diferentes. De esta manera, el llamado es a mantener la calma, hacer caso omiso de los calificativos que puedan utilizar en contra de la comunidad hispana y tener presente que tienen una gran relevancia e importancia en el crecimiento de la economía estadounidense.